Composición

Composición
Kandinsky

viernes, 22 de abril de 2016

Muerte y ausencia.

Abro la ventana y allí estás tú. Tu voz pausada me recuerda las lecciones vitales impartidas en las callejuelas de la ciudad, en días arremolinados. Esa misma voz que saludaba a los espíritus del día y la noche, del miedo, del mar, de lo azul y la resistencia en la música. En días como hoy me pregunto sobre los que pensarías de mi ahora...¿qué pensarías de mi, de mi trabajo, de mi voz, de mis sueños? Esa duda que me salta no obtendrá nunca una respuesta. Por lo pronto sé que hay indicios, que están dentro de mi, recordándome nuestros gustos, aficiones y amores compartidos. Me gustaría tener un instrumento para medir, algo así como un anhelometro que le permita a uno calcular la distancia actual entre nuestros anhelos y lo que hacemos hoy día. Como no lo hay, sólo puedo decir, por ahora que sigo bordeando la música... mucho menos la poesía.
Hoy, cuando oía tus palabras, pensé que es duro labrar el camino pero es aún más difícil continuarlo. Sé que no tengo la obligación, seguro no pasará nada si no lo hago. Sin embargo, ¿y si era mi destino? (a pesar de que creo poco en eso) ¿qué pasa si uno no cumple en vida los propósitos que se ha trazado? ¿se "descompensará" el universo? ¿quedará uno en deuda con el mundo? no sé qué pasaría, tampoco me gustaría tener el sinsabor en el alma. Lo único que sé es que aún no encuentro las rutas para llegar a mis sueños. Cada día parece estar más lejos y más lejos. ¿Cómo no perder el horizonte? Me siento huerfana sin ti. Sé que debo recordarte e inspirarme para continuar mi voluntad, lo sé, sólo que es irremplazable el vacío dejado aquí. ¿Con quién compartir las "ñoñadas" a partir de la lectura de Foucault? ¿De Ricker? ¿de escuchar las improvisaciones de Jaco?
Parece que a partir de tu partida, algo de mi murió para siempre.