El recuerdo.

Cuando olvido tu voz, tengo la fortuna de encontrarla, de nuevo, en algún lugar recóndido del ciber espacio. Es triste, pero la voz de una persona sólo es posible recordarla cuando es escuchada con frecuencia pero ahora que no estás, se diluye en el lago del tiempo, en lagunas mentales; se disuelve en el agua de la vida. Parece que tenemos que vivir recordando la finitud de la vida, del sonido, de los recuerdos. Atrapo con mis manos montañas de arena y esta se cola por las hendiduras de los dedos. Sos eso, un recuerdo bello que alberga en mi cuerpo.