Composición

Composición
Kandinsky

domingo, 14 de septiembre de 2014

Volver porque ya es hora.

Hace poco no escribo en este sitio, había decidido confinarlo únicamente a mis más elaborados escritos, recluyéndome a mi, perfeccionandolo todo, como siempre. He decidio volver, a pesar de no tener el super escrito, sencillamente porque ya no me importa inhibir mis falencias, inhibirme a mi, en lo que soy, mis dolores, mis penas mis alegrías. He decidio volver, a pesar de que por mi, por la Flor perfeccionista, no debería escribir acá, sino en mi tesis, esa que aún está en mi cabeza más enredada.
He decidido volver, y me duele regresar. Carajo si me siento tan cansada de andar y andar. Me siento cansada de mirar hacia los lados y enconrarme sola y compitiendo por no sé qué putas. Estoy cansada, y no quiero sentirme asì. La gente que me conoce realmente, sabe que yo soy vivaz y enèrgica, amorosa pero tal que cual vez rayada. A veces siento que estoy cansada de ser como soy, de sonreir, de mirar amorosamente y seguir en mi camino. Otros dìas me levanto  pensando en que esa es la forma en que logran (sì, aunque conspiratorio digo logran refiriéndome a esa entidad tan metafísica que es la "SOCIEDAD") aturdir a la gente y volver infeliz, desdichada. Y me da rabia me da rabia pensar en que existe una supuesta condena, en que debemos preocuparnos por el dinero, por la maestrìa, por la tesis, por la familia, por... mil cosas y que cuando uno se da cuenta ese tipo de cosas o no te hacen lo sufuciente feliz o simplemente son requisitos y prerogativas sociales. Què putas harè con una maestrìa, con un pregrado con un carro, con una casa. Què podrìa definirse como calidad de vida. Què me hace feliz? Aún así, me debato: debo terminar mi carrera, debo hacer una mestrìa, conseguir trabajo, estar bien con mi familia, ser amorosa, responsable, "madura"... tantas maricadas para qué... No, yo no quiero nada de eso... yo quiero, y eso para nadie es un secreto, estudiar música, ser música, sentirme así, crear, quiero expresarme más libremente, aprender todo el tiempo. No me gusta estar confinada en un lugar, no puedo con las rutinas, me declaro una paria de tantas estructuras cotidianas y aún así todo eso opera en mi. Aún así continuo, casi que por inercia. Soy multiple y compleja. Amo, aunque ahora la esté odiando, la sociología, porque gracias a ella se que esta impotencia que siento ante a mis condiciones materiales de existencia no las vivo  sólo a yo, que yo soy una inegrante de una clase media; que en mi se ejerce una violencia simbólica y que quienes definen los valores que rigen la sociedad son quienes se encuentran en la cúspide de la  pirámide social. Todo eso lo sé. Pero de qué me sirve saberlo si de todas formas me afecta.