Composición

Composición
Kandinsky

sábado, 28 de febrero de 2015

Se ha ido, no me pesa.

Se ha ido, no me pesa.

En el paladar, Kundera.

Calcinantes pasos. He aprendido que el paso del tiempo no tiene la última palabra. Abandonamos nuestras vidas a los hábitos y rutinas más que al tiempo. ¡Para que responsabilizarlo de acciones que nos corresponden como humanos! No ha sido el tiempo el maestro que ha resuelto mis preguntas; no ha sido el destino el que me ha mostrado mi camino, para nada manifiesto o latente. No me he batido a duelos contrareloj. No. Es el tiempo, en el adagio popular que reza: "dele tiempo al tiempo"  la represenación de la experiencia y la sabiduría. La experiencia y la observación reflexiva se abrazan. Los ajados pies y el ojo perspicaz son la combinación favorable para una vida menos cruenta. No imagino la sensación de caminar sin dolor, sin tropezos o dudas. Insisto, son las inquietudes en el camino recorrido las sensaciones  valiosas para aprender a vivir.  La confianza avanza en la medida en que logramos decidir por nosotros mismos, haciendo caso a nuestras reflexiones (resultado último de nuestro recorrido personal) y evaluàndo el resultado de esas decisiones, equivocándonos.